El crecimiento de una organización a largo plazo depende tanto de una buena relación con los clientes como de una eficiente gestión de los procesos comerciales. En ese sentido, integrar ambos frentes, la automatización de procesos y la tecnología centrada en el cliente es una decisión estratégica para el futuro de una compañía. De hecho, si se abandona la idea de dos ecosistemas aislados, la integración de un CRM (Customer Relationship Management) y un ERP (Enterprise Resource Planning) o un sistema de facturación puede aportar una eficientización sin precedentes de los procesos.
¿Cómo y por qué?
Sabemos que un CRM no sólo permite almacenar los datos y gestionar las interacciones con los consumidores y los clientes potenciales, sino que también ayuda a medir e incrementar la rentabilidad reforzando los vínculos con los clientes, prospectos. Adicionalmente, las plataformas más modernas ofrecen herramientas para que la interacción personalizada basada en el comportamiento de cada contacto, logre optimizar sus experiencias de compra. La correcta implementación de una tecnología moderna implica una mejor y más fácil administración de todos los contactos desde una sola plataforma, así como un análisis en tiempo real de las interacciones que los usuarios tienen con la organización.
El 91% de las empresas con más de 11 empleados cuentan con un CRM debido a la mejora del cumplimiento de estos con sus cuotas de ventas.
(Fuente: HubSpot)
Por su parte, un ERP posibilita la gestión de la información clave de distintos departamentos de una empresa: contabilidad, recursos humanos, finanzas, producción, inventarios, ventas, entre otros. Facilita la administración cruzada entre las diversas áreas y equipos para un uso más eficiente de los recursos y una mejor toma de decisiones. También la mayoría de las organizaciones cuentan con sistemas de facturación por separado o como parte del ERP, que permite elaborar facturas y tickets, administrar órdenes de compra, listas de precios o catálogos de productos y presupuestos, los más sofisticados.
Integración CRM y ERP: el cliente en el centro
Integrar estas dos tecnologías es sinónimo de eficiencia: por un lado, permite un acceso rápido a toda la información y, por el otro, hace posible una gestión más eficaz de los presupuestos. ¿Por qué? Además de que ya no se corre el riesgo de contar con datos duplicados o desactualizados, se accede a una visión más clara de todo el panorama de la empresa, hacia adentro y hacia afuera: las áreas involucradas pueden ver, en tiempo real, la información sobre los pedidos, ingresos y gastos diarios. Asimismo, una integración CRM y ERP permite rastrear la información de los clientes para mantener una comunicación abierta entre cada uno de ellos y el equipo de ventas inclusive hasta el área de marketing.
Si pensamos en la mejor forma de atender a nuestros clientes actuales y potenciales, conocer su histórico de compras, no pedirle los mismos datos de facturación por enésima vez y lograr que su proceso de compras ocurra sin fricción, debiera ser el norte de toda empresa que busca crecer. ¿Qué más frustrante que recibir una oferta sobre un producto que compramos ayer a precio normal? O más aún: ¿no te han llamado para ofrecerte algo que ya compraste el mes pasado?
Sincronizar ambos sistemas abre nuevas oportunidades para cerrar más ventas, ya que permite entregar la información precisa, en el momento adecuado, a la persona correcta. Y si es a través de procesos automatizados que no requieran la atención uno a uno, mejor. Del mismo modo, poder acceder a métricas en tiempo real y rastrear los recorridos de los potenciales clientes para conocerlos en profundidad da paso a un aumento de la productividad y el rendimiento.
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Entonces, entre las ventajas competitivas de una integración CRM-ERP y contar con información centralizada aparecen:
- Datos actualizados de forma permanente en ambos sistemas. Una única base de contactos.
- Mejora en las relaciones con los clientes y reducción del tiempo en Atención al cliente.
- Se automatizan procesos de facturación, alta de clientes o seguimientos de garantía de distintas sucursales o puntos de venta.
- La integración entre ambos sistemas pone al cliente en el centro, para que desde cualquier área de la empresa, conozcan todo su historial.
Gracias a las plataformas tecnológicas que existen hoy en día, la integración de un CRM y un ERP o un sistema de facturación, no sólo ayuda a agilizar el trabajo de los empleados y la facturación de una empresa, sino que también maximiza la capacidad de análisis: alinear el sistema contable y operativo es una de las mejores maneras de obtener insights relevantes sobre los clientes y los procesos de una compañía.
El dinamismo de trabajar en equipo es el que, finalmente, permite asistir mejor a los consumidores y potencia la toma de decisiones y el retorno de la inversión. En un mundo en el que nos rodeamos de tecnología e innovación constante, ¿estamos aprovechándola lo suficiente para vender más?
Si tus sistemas están aislados y no te permite tener una vista centralizada de tu empresa es hora de integrar sistemas y crecer.
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