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Ikigai, lo japonés y 40 años trabajando en tecnología

Cecilia Hayafuji
29/05/2025
Ikigai, lo japonés y 40 años trabajando en tecnología
10:30

[Advertencia: lo escribí basado en mi memoria e intenté reflejarlo en orden cronológico, aunque por falta de documentación puede contener algunos errores.]

Telemática S.A.


 

Buenos Aires en 1985 era más gris según mi memoria. Apenas 3 años de democracia post gobiernos militares y no había efervescencia, no era burbujeante, brillante, colorida, movediza, esa mezcla perfecta y bella de lo peor y lo mejor que es hoy.teclado_tech

Ese año nacía Telemática S.A., el primer y único fabricante de home computers que hubo en la Argentina, la Talent-MSX. El sistema operativo MSX era la abreviatura de MS-DOS eXtended version, basado en el MS-DOS de Bill Gates, pero transformado por Kai Nishi de ASCII Corp. exclusivamente como norma para home computers. 

Mientras yo cursaba el primer año de Comunicación Social, me llama a una entrevista el Ing. José Bellora. Me dijo que buscaban un traductor japonés-español, ya que la documentación técnica de los manuales de ASCII venían de Japón. La entrevista que me tomó consistió en mirar un texto en japonés e ir traduciendo al español en una Olivetti manual. Cometí muchísimos errores de tipeo y tuve mi primer momento "wow" de qué es un líder: el Ing. Bellora, tranquilo y con su pipa en la comisura del labio, dijo "mmm. supongo que los nervios juegan en contra, no importa. Te tomo los datos y empezás a trabajar con nosotros el lunes".

El 13 de mayo de 1985 fue mi primer día como empleada en una empresa de tecnología. Mi primer PC fue una Macintosh 512k y a los pocos meses me la cambiaron por una Apple Lisa. Me mimaron mucho.


Traductora e intérprete


 

paisaje_1También de noche traducía para otra empresa japonesa manuales de la electrificación de la línea de trenes General Roca, la primer línea electrificada en Argentina, allá por noviembre de 1985. Esos manuales contenían detalles de cómo programar frenos automáticos, planos de sus circuitos, etc. y eran mayormente electrónica y algo de software.

Muy atraída por el software, entre 1989 y 1990 gané una beca en Japón de Office Automation o lo que hoy es informática. Tomaba clases en un instituto enfrente del lago Biwa, provincia de Shiga, donde coincidí con amigos de Perú, Brazil, Tanzania, Sri Lanka, Filipinas, Corea y Estados Unidos. La informática en aquella época incluía calculadoras científicas y aprobé una certificación de operadora de calculadoras científicas con el 2do dan, la mejor nota en ese año en Japón. [La imagen es copywrite de Japan Travel]

De vuelta en Buenos Aires hice de traductora para distintos proyectos, como por ejemplo organismos públicos de cooperación internacional, donde me tocó vivir en Santiago de Chile 1 semana al mes o el año que trabajé para un diario japonés que organizó una muestra con el Museo Nacional de Bellas Artes.

Siempre pensé que me gusta mucho entregar soluciones: escuchar la necesidad, interpretar (no lineal o literalmente, leer entre líneas) y devolver algo que agregue y resuelva. Mover el diálogo para adelante.

 

Microsoft


 

Por esos días estaba en casa y sonó un teléfono de línea, de los grises con cables, y me invitaron a una entrevista en Microsoft de Argentina. Era 1991 y estaban iniciando operaciones, montando las nuevas oficinas, etc. Luego de que me confirmaran que podía trabajar 4 horas por día como part-time, escogimos un horario extraño, de 11 a 3 de la tarde así podía estar disponible para Japón hasta las 9 de la noche de ellos, al menos, y no dejar aquel trabajo tan lindo.  Pero tal cosa duró poco y al final estaba 10 horas en Microsoft, más divertido no pudo ser.

Me acuerdo de hitos random. Microsoft ya tenía una política comercial que vendía 100% a través de canales de distribución por lo que mi primer trabajo fue manejar distribuidores mayoristas que oficiaban de importadores.  Es que tanto el MS-DOS como el Office o el NT Server venían en cajas con muchos diskettes y manuales impresos pesadísimos. Mi gran orgullo de aquellos momentos era que me sabía de memoria los SKUs de aproximadamente 100 productos, inclusive unos 5 ó 6 de Flight Simulator y sus distintos aeropuertos. No era una genia, me las aprendía porque teníamos que tipear en Excel los pedidos de los mayoristas hacia los sistemas internos. O te los aprendías de memoria o perdías la noche buscando SKUs.

Sí, teníamos e-mails. Enviar adjunto una planilla de 10 columnas por 20 renglones podía demorar unos cuantos segundos. Internet en 1991 era una novedad porque la mayoría de las casas ni teléfono de línea tenían.

Otro día que me quedó en la memoria fue cuando Microsoft compró FoxPro, que luego se llamó Visual FoxPro y no se entendía la movida, pero resultó ser los primeros pasos de Microsoft para ganar el mercado de developers.

Windows 95_blog

Qué decir del lanzamiento de Windows 95: un hito como ningún otro, con eventos, lanzamientos a lo largo de 2 meses, envío de cajas a todos los retailers del país, casas de computación, etc. Fue una corrida mundial y Argentina fue parte. Luego siguieron .NET, Windows Server, SQL y tantos momentos de lanzamientos importantes para la industria.

Otro aspecto de los tantos que en aquel entonces no valoraba y hoy lo encuentro rico es que cada producto que lanzaba Microsoft competíamos con un jugador nuevo y distinto y era volver a desarrollar músculos que hasta entonces no teníamos. Office fue contra Lotus 1-2-3, Internet Explorer contra Netscape o Mozilla, Windows NT contra IBM y sus AS-400, Windows 95 contra Apple, SQL contra Oracle, los jueguitos contra Atari o Commodore. Eso de competir contra otros fabricantes me enseñó que nunca se es el mejor para siempre, entonces siempre hay que dar el 120%. 

Esos 17 años en Microsoft incluyeron puestos como Sales & Marketing para OEM, trabajando con fabricantes nacionales de PC (y algunas multis como Compaq, IBM), luego canal Tier 1, mayoristas y midmarket. Este puesto incluía la gestión de un equipo de 45 personas de Telesales y no sólo desde el punto de vista de Talentos sino de infraestructura. Aprendí que los escritorios de 80cms de ancho bajan la productividad, que los separadores son buenos para la acústica, malos para el trabajo en equipo. Estaba super de moda Dilbert y sus cubículos corporativos, esa era mi realidad.

 

Softline, la empresa rusa que me unió a mi pasado


 

paisaje_2Cuando me invitaron a manejar International Sales & Marketing que incluía el sudeste asiático, India, Turquía, Latam y Brazil, no lo dudé. Siempre fue una cultura que me intrigó mucho y no había tenido chances de conocer de cerca. Mi abuelo vivió en Siberia 7 años paleando la nieve como preso político para la construcción del tren trans-siberiano. Milagrosamente y contra todos los pronósticos volvió junto a otros 400 sobrevivientes. Se trajo en el barco la única frazada de lana que le dieron para sobrevivir en el frío polar y es al día de hoy que lo conservo. Si mi abuelito sobrevivió 7 años en Siberia comiendo una papa por día, esa manta es mágica y tiene super poderes.

La empresa rusa distribuidora de software me encargó una misión: implementar marketing automation, que en aquel entonces Marketo era la única. Por 2013 era muy novedoso, sólo 2 ó 3 multinacionales las estaban implementando en Latinoamérica y fue uno de los proyectos donde más aprendí y divertí. Gastaba millones por año para implementarlo y a los 18 meses la consultora de Marketo me dijo "Felicitaciones, ya alcanzaste el 50% de la implementación" y creí que era un chiste. Pero no.

En simultáneo implanté equipos de telemarketing en Malasia para atender India, Singapur, Cambodia, Vietnam y viajé para construir todo el equipo, la infraestructura y los procesos. Fue lindo cada minuto de conocer nuevas culturas, países y personas. Nuevas formas de hacer negocios. Este pasito en la carrera tuvo muchísimo que ver con HubSpot, HAL y el hoy porque como bien decía Steve Jobs en su discurso ante alumnos de Stanford, la vida son connected dots.

 

HAL Company



isologo_hal_1En septiembre del 2016 junto a dos amigos decidimos construir HAL para brindar soluciones de tecnología. Que tantos años en el mundo de la tecnología al servicio de las empresas, canales de distribución o usuarios finales, de algo tenía que servir.

En el 2016 conceptos como marketing automation o inbound marketing ya estaba imponiéndose en los países desarrollados, pero en Latinoamérica aún había que evangelizar mucho porque era un cambio de paradigma y un vocabulario diferente al habitual. Se hablaba de marketing digital para diferenciarse del tradicional cartel de la calle, una mezcla de marketing, ventas y tecnología con una dosis de management y productividad. Como en el 2013 en la empresa rusa había conocido marketing automation y dije "Eureka", saltar al mundo de HubSpot era lo más obvio.

Crecimos rápido, pasamos a ser de los más grande en la región a fuerza de trabajo serio y disciplinado, no haciendo lo que nos piden sino más.

 

Ikigai


 

Se puso de moda esta palabra que significa algo como razón de ser, lo que te mueve e inspira. Para mí es esa energía que cada mañana me hace levantarme para hacer que las cosas ocurran y que esas cosas sean, idealmente, buenas para los que me rodean.

Ikigai son mis hijas, mis padres, hermanos, tíos, sobrinos, sobrinos nietos, resumidos en "la familia". Los que vinieron a la Argentina como papá y mamá post 2da guerra son la inspiración o el origen de mi ikigai. Pensar que tardaban 45 días en este barco (Brazil maru), en economy o sea en el bodegón del subterráneo también es mi ikigai (algo de todo esto quedó en el podcast de Naranja Media), porque cada día pienso en devolverles algo mejor de lo que recibí de ellos, que no tenían nada material. Bienestar, risas, buenos momentos, tiempo de calidad, conversaciones positivas, recuerdos hermosos. Papá, ante un tema difícil siempre decía "si lo inventó un ser humano, otro ser humano lo puede arreglar" y de ahí que me gusta entregar soluciones. Es ikigai que lo que mis padres me enseñaron trasciendan a través mío, como también transmitirlo lo más parecido posible a mis hijas. 

Cuesta mucho definir ikigai sin caer en temas super complejos o por el contrario, quedarse en el cliché de las presentaciones corporativas y yuxtaposiciones de conceptos empresariales. Pensando muy básicamente me atreví a redactar algo con la excusa de mi aniversario de 40 años en la industria de IT.

Y todo empezó en este barco. Y se resume como el amor al trabajo que me permite ganar algo de plata para cuidar y mimar a mis personas favoritas del universo.

 

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