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APIs: gestión de datos, procesos de negocios y resultados

Lautaro Del Plato
25/08/2025

 

Es difícil encontrar una sola empresa cuyos sistemas de IT sean homogéneos. Ninguna herramienta parece pertenecer a una misma marca y época. Lo más común es encontrarse con un mundo entero de modelos y versiones, incluyendo hardwares que llevan décadas y software a medida hechos por compañías que ya no existen.

Es por esto que hoy en día la batalla en la que se encuentran tanto implementadores de sistemas como usuarios es la misma: la de la interoperabilidad. Esta es la consideración clave que guía a la mayoría a la hora de elegir un sistema corporativo.

Si se quiere adoptar una nueva plataforma de marketing o ventas es fundamental tener en cuenta la consistencia en los datos y aquí es donde entra en juego la gran duda: ¿tomarse el trabajo de desarrollar una integración desde cero o ir por el camino más corto y utilizar una integración ya hecha por terceros?

Plataformas heterogéneas y consolidación de datos

La historia de la interoperabilidad o la capacidad de conectar los datos de un sistema con otro, aún cuando provengan de “mundos” distintos (Unix, Linux, Windows, MacOS, etc.) es la historia misma de la computación. Y dos de los principales instrumentos para lograrlo son los protocolos y los estándares. Diseño sin título (64)

La necesidad de conectar computadoras y, sobre todo, aplicaciones entre sí y con otros equipos impulsó a la creación de los más diversos mecanismos: conductos y puentes, lenguajes de intercambio como el XML, arquitecturas como SOA, conversores de datos, etc. En fin, una parafernalia cuyo fin principal era compartir información entre sistemas. Poco a poco los protocolos fueron unificándose y los estándares imponiéndose a paso firme.

La industria de la tecnología buscaba interconectar los nuevos sistemas que se iban desarrollando, pero también era necesario integrar los viejos sistemas que se seguían utilizando desde eras pasadas, los llamados legacy.

Entre los mecanismos más ventajosos aparecieron las APIs. Estas Interfases de Programación de Aplicaciones (es lo que significa su sigla en inglés) ofrecen mecanismos para que un sistema pueda “interrogar” a otro, obtener una “respuesta” y luego procesarla y devolverla al sistema original o a otro más. En otras palabras, una API representa la capacidad de comunicación entre componentes de software.

No cabe duda de que hemos entrado en la era de las APIs. Se ha comprobado que es, por lejos, el mejor método de intercomunicación entre sistemas. Cuando, por ejemplo, el ERP necesita recolectar los datos de un CRM y un sistema de Business Intelligence requiere los datos tanto del ERP como del CRM, las APIs se vuelven indispensables.

Por sobre todo se están volviendo integrales las APIs abiertas, es decir, aquellas que son expuestas públicamente por sus fabricantes de software, de modo que cualquier desarrollador que necesite una comunicación con sus sistemas pueda lograrlo con relativamente poco esfuerzo.

Conectar datos, sistemas, personas

Los campeones de las APIs abiertas, hoy en día, son los sistemas bancarios. Pero todas las industrias están encaminadas a abrir las APIs porque, hoy en día, quien no se conecta, corre el riesgo de quedar aislado como plataforma de negocios. La adopción de APIs abiertas en los sistemas core bancarios permitieron que, con cierta facilidad, los home bankings se volvieran más operativos. Los desarrolladores digitales se pudieron conectar con las estructuras financieras —los nuevos negocios basados en tecnología y finanzas o Fintech— y, en un momento en el que el comercio electrónico cobraba auge, se multiplicaron los sistemas de pago electrónicos. Post-pandemia, comprar desde cualquier plataforma o red social y pagar en línea, casi sin saber qué plataforma hay detrás a los ojos del usuario, se ha hecho moneda corriente.

El marketing digital también tiene su propio espacio. Plataformas como Hubspot publican sus APIs o conectores para integrarse con miles de sistemas. Cada una de ellas tiene una capacidad específica que permite, por ejemplo, conectarse con sistemas analíticos, de e-commerce, con CRMs, tickets para soporte técnico y del cliente, ERPs, etc. Diseño sin título (65)

Los departamentos de marketing suelen trabajar con plataformas y herramientas analíticas brindadas por los grandes jugadores, desde Facebook y Google hasta aquellas más especializadas como Sprout o Snaplytics. Sin embargo, muchas veces no logran integrarlas con los sistemas de gestión de la empresa, lo que redunda en la limitación de todas las posibilidades que se obtendrían de otra manera.

Al considerar una agencia técnica para implementar un nuevo CRM, especialmente si ésta propone utilizar alguna plataforma especializada, no se puede dejar de tener en cuenta cuáles son los sistemas que ya están instalados en la empresa actualmente y cuáles de ellos interactúan, directa o indirectamente, entre sí. En este entorno, cada vez se producen más datos y cada día la gestión del dato requiere más atención.

Gestión de datos y el rol de la IA

La IA viene a cubrir un espacio que en muchas empresas no están resueltas, entre ellas la gestión de datos.  Una buena integración de sistemas permite obtener datos en grandes volúmenes, pero no siempre se tiene en cuenta con qué digerirla, procesarla para convertirla en datos útiles que traigan más y más negocios.

La buena comunicación entre sistemas y su explotación con IA nos llevará al crecimiento, ya sea entre personas o entre sistemas. El área de Talento Humano se puede encargar de los primeros, pero en cuanto a la comunicación entre procesos, las integraciones con APIs son la mejor manera de mantener los datos en conversación constante produciendo más ganancias.

 

 

 

APIs para integrar sistemas e IA para explotar datos.

La integración es clave. Da el siguiente paso ahora.

 

 

 

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